1800BOOKCLUB
Not a book club, but an extended “to-be-read” list and reading diary. Se lee en español and also inglés.
Instagram
All words and photos by Arvelisse Bonilla Ramos.
004
1/16/2024
Desde que comencé a leer Into Thin Air, tengo una pregunta bien presente, ¿qué influye en personas que no escalan o que no son alpinistas a embarcar en la desafiante jornada de ascender hasta la cima del Everest? Es como si en la punta de la montaña regalaran coronas o certificados de regalos. No sé. A mí me da un poco de pánico imaginarme el proceso físico y mental que una persona debe pasar para aclimatarse a la altura, las bajas temperaturas y hasta las expectativas. Las expectativas de lograr o no completar el trayecto.
El libro, que trata mucho sobre la comercialización de la expedición en el monte que se encuentra en la frontera entre Nepal y el Tíbet, pone este último factor en primer plano. Personas de trasfondos y orígenes diferentes que tienen entre ceja y ceja llegar a la cima del Everest. Es posiblemente ese sentimiento lo único que tienen en común. Un motivo que cuesta muchísimo dinero y no garantiza un final feliz, por ponerlo así. Muchas expediciones tienen que virar por cambios en el clima o el impacto que el viaje tiene en el cuerpo humano. También hay accidentes. Muchos. Aparentemente, subir al Everest no solo significa el desenlace de una meta sino además pasarle por el lado a quienes encontraron eterna morada entre el hielo y el nevazón tratando de cumplir el mismo sueño. Un poco morbo.
Sin embargo, Krakauer expone que escalar el Everest no es por el rush de la adrenalina. Pasadas las primeras 100 páginas el autor comparte un pasaje revelador, por lo menos desde su punto de vista:
“I quickly became to understand that climbing Everest was primarily about enduring pain. And in subjecting ourselves to week after week of toil, tedium, and suffering, it struck to me that most of us were probably seeking, above all else, something like a state of grace.”
Esta semana espero terminar la lectura. Ando en vacation mode como dice la gente joven. Y antes de que se me olvide, feliz año nuevo.